Para tener una visión del concepto más visual, vamos a poner ejemplos de balances de comprobación tanto con sumas de libros mayores como de libros diarios.
En primer lugar, un balance de comprobación de suma de saldos mayores sería así:
Como podemos observar ambos saldos coinciden, luego se cumple el mencionado principio de doble partida.
En segundo lugar, si recopilamos también los asientos contables en el libro diario, nos quedaría un balance comprobación tal que así:
La diferencia entre ambos modelos está en el detalle de las cuentas, ya que este último registra más información y por ende, se pueden detectar posibles errores más fácilmente. Cabe destacar que el presente es un ejemplo muy simplificado, y que los sumatorios de los “debe” y “haber” no tienen porqué coincidir con los sumatorios de cuentas deudoras y acreedoras.
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